miércoles, 26 de agosto de 2009

Tenía 28 años en el cuarenta y nueve cuando el Ringling Bros, llego a Rosario, y me enamoré perdidamente de la trapecista italiana Bella Attardi. Me escribió su autógrafo en el programa y luego salimos por casi dos semanas, la perseguí y seguí por Cordoba y Mendoza durante dos meses, pero ahi terminaba su contrato y volvía a Venezuela a buscar nuevos trabajos en esos tiempos dificiles de la posguerra. Lloré mucho, y solo me quedó ese programa amarillento y estrujado en las noches febriles, donde se la ve a Bella luminosa contra la carpa oscura y agujereada de la lona de la pista central.
dr. Alberto del Campo.