sábado, 30 de agosto de 2008

Sobre lo rancio


Detesté, detesto y detestaré todo lo rancio.rancio, cia.(Del lat. rancĭdus).1. adj. Se dice del vino y de los comestibles grasientos que con el tiempo adquieren sabor y olor más fuertes, mejorándose o echándose a perder.2. adj. Se dice de las cosas antiguas y de las personas apegadas a ellas. Rancia estirpe. Filósofo rancio.3. m. Cualidad de rancio.4. m. Tocino rancio.5. m. Suciedad grasienta de los paños mientras se trabajan o cuando no se han trabajado bien. En búsqueda de jamones el fin de semana pasado me enteré que se había tirado (eufemismo para “pasan a ser vendidos feteados”) gran parte de la producción porque fue un invierno cálido, lo que oxidó la grasa periférica de los mismos, volviéndolos rancios.Ese mismo día probando un pisco local de Monastrell una de las virtudes que destacaban era cierto regusto rancio.Dado que en una cena un amigo conocedor había elogiado el tenor rancio de un jamón y apelando a olores rancios de la infancia (el bacalao, el hueso de jamón, los arenques en tambores de madera, las cazuelas de camarones al pil pil con aceite pasado, la carne de caza cuando se dejaba orear para que se abombe, el sabor-olor de las "Quesitas", la masilla para colocar en los marcos de las ventanas, el alcanfor, las velas recién apagadas en las iglesias, el jabón Heno de Pravia negro -y el jabón Lifebuoy de la India que mandaban de España-, etc, etc, etc) pregunto:¿En que momento un vicio alimentario se vuelve virtud? ¿Algún otro ejemplo que los mencionados? Los vinos rancios (los franceses Roussillon, los fondillón de Alicante, los rancios catalanes -y el orden no debe ser casual-): ¿Son realmente rancios? ¿Los vinos blancos cuando se enrancian, se "ajerezan"?

dr.Alberto del Campo.




viernes, 29 de agosto de 2008

....
"Loba, desnúdate sin cautelas.

Si es que ha de durar

la saliva la furia el estrépito,

congéniate con esta avalancha de palabras.

Di que querías ser caballo de mar

o criminal entre mis abrazos,

di labio astro o siglos venideros."
.....
J.Reguera.
(transcribió el
dr. Alberto del Campo).

miércoles, 27 de agosto de 2008

¿ Que mejor para inaugurar este espacio que un brindis? Aun en soledad, como tantas veces, pero es esa soledad reflexiva que nos prepara para los encuentros placenteros. Mucho he pensado antes de decidirme a escribir en este blog, el como comunicarme con este lenguaje tan propio de los jovenes. Y que mejor, que incluir todas esas cosas o momentos que han sido hitos de nuestra vida en esta ciudad que tanto nos ha marcado, en la que nacimos y fué nuestra patria chica y en la estancia de los mayores a donde siempre se vuelve. Y para brindar mis queridas amigas y amigos, algo muy nuestro .¿Existe un cocktail típico argentino? Sí, pero pocos se acuerdan de él. El Clarito que fue creado en 1935 como una variante local del Dry Martini. Cuenta la leyenda que El Clarito fue creado por el barman Santiago “Pichín” Policastro (considerado el padre de la coctelería argentina). La aceituna era un componente extraño al paladar argentino salvo para acompañar a las picadas con el salame el queso y la mortadela en los vermouths de las confiterías de aquel entonces. Pichín decidió reemplazar a la oliva por la piel del limón. Así nació el Clarito que es un trago muy seco, que contiene unas 4 1/2 onzas de gin y 1/2 onza de vermú seco, perfumado con piel de limón (y el borde de la copa mojado con jugo de limón). Se sirve, claro, en copa cocktail.
Si habremos tomado de estos tragos en el antiguo Petit bar por la zona de Congreso , un delicioso lugar donde nos encontrabamos los jovenes del radicalismo de la decada de los cincuenta, y donde también apareció un trago "el cívico", homenaje a nuestra prosapia Radical.
Un gran saludo a todas las damas que pasen por este lugar y por que no a los caballeros.
Dr. Alberto del Campo